martes, 16 de julio de 2013

Travesía Sil de las Perlas - Valporquero . Cuevona



Este pasado fin de semana del 13-14 de julio,  nos hemos reunido un grupo de cueveros, a saber, Mar, Ana, Pascual, José Luis, Alfredo y yo y nos hemos ido a Vegacervera (León) para realizar la travesía del Sil de las Perlas – Valporquero – Cuevona y acabar bañándonos en el Torío. Por una serie de variaciones en las personas y los días de salida, al final acabamos saliendo todos el sábado por la mañana temprano, por lo que a eso de las 8,30 ya emprendíamos ruta desde Alpedrete (Villalba) hacia nuestro destino final, Vegacevera y Valporquero. Entre pitos y flautas (cecina en Felmin) nos encontramos caminando desde la Atalaya hacia el Sil, a eso de las cuatro. Nada más pasar la primera cresta, el grupo de cabeza toma un sendero que desciende por el bosque y que en un principio a todos nos parece el bueno, demostrándose después de casi una hora que no lo era, ya que había que seguir por la derecha de la cresta hacia abajo un poco a pasar por unos árboles entre riscos, para continuar y en este caso si por un camino descendente entre árboles que ya nos lleva a la boca de la sima. En todo este periplo se estaba formando una tormenta monumental y uno de los compañeros sufrio una pájara por los efectos del calor y los neoprenos. Total, decidimos por seguridad posponer la entrada para el domingo a primera hora. Se puso a llover y nos fuimos a tomar café a un bar carretera arriba, que además dispone de unas pequeñísimas termas. Aun siendo pronto la tarde estaba de invierno a pesar de ser 13 de julio. Al no poder tampoco andar por los montes, nos conformamos con subir con los coches hacia un albergue que nos comento Pascual que había visto es un recorrido turístico que hizo por la zona. Mar y yo ya teníamos habitación en Vegacervera, pero ellos que tenían pensado dormir al raso cambiaron de idea dada la climatología. Subimos un poco más por la LE-311 hasta un desvío a la derecha hacia Valdeverdin, Pedrosa y Lavandera, donde finalmente encontramos el refugio de montaña Sierro Negro. En perfectas condiciones, un pelin caro, 15 € noche pero en perfectas condiciones y con unos dueños geniales. Nos regalaron el libro Paraíso Secreto, Cuevas y Simas del Alto Curueño, así como información del GEM de cuevas y simas de la zona. Tibigracias, Lendreras, El Arenal, Los dos Hermanos y Coribos son sus principales activos, con lo que quedamos en volver otro finde para poder visitarlas. Nos bajamos a comer al bar donde tomamos café y después de una sopa de cocido caliente, nos pusimos hasta la orejas a chuleta, rabo de toro y cecina de chivo cocida con chorizo y tocino. Brutal.
El domingo, con un día espectacular, nos hicimos la foto de rigor y a las 11 am entrábamos en el primer pozo rampa que se encuentra instalado en fijo en dos tramos dejando descubiertos un par de paso que hay que ir con cuidado. Para la travesía llevábamos dos cuerdas de 50, una de 40 en 9mm y otra de 30 aprox.  Instalamos la primera de 50 en doble en el pozo de la sala de la campana, llegando justa. La dejamos sin retirar por si había algún problema con José Luis que era el más ancho. En tanto Lucas y Mar iban para instalar el primer pozo empezaron a bajar otro grupo que habíamos visto  en el aparcamiento con tres expeleos y el último recuperó la cuerda. No había marcha atrás. Les dejamos pasar ya que ellos iban más rápido e iniciamos el primer pozo de la estrechez donde instalamos dos cuerdas unidas, de 50 + 40. Superada la estrechez por todos sin problemas, nos fuimos reuniendo en el primer fraccionamiento localizado por Lucas donde hay espacio para 2 o 3. Pascual y yo formamos el equipo de retirada. Otro tramo pequeño en el que usamos cuerda de 30 m en doble. Termina en un fraccionamiento era mas amplio y te pones perdido de agua por una estalagtica que pilla en medio. En este descanso hay un pequeño agujero soplador que te deja helado. Descendimos otro tramo en el que usamos cuerda de 40 m pero por estar disponible más que por el tamaño del descenso. Este te deja en una reunión amplia con una cuerda para asegurarse. Desde aquí al río hay otro fraccionamiento que omitimos porque estábamos helados, así que usando una cuerda de 50 unida a otra de 30 bajamos hasta el río, faltándonos para recuperar por lo que el último tuvo que hacer un apaño y unir cuerdas a 10 m del río. Es decir, con dos cuerdas de 50 unidas puedes bajar al río desde el fraccionamiento donde esta la cuerda verde de aseguramiento. Ya en el río y con un poco de frío iniciamos el descenso aguas abajo. Todos los rápeles están instalados en fijo, incluido el de la cascada, pero no por la vía de la derecha. Este lo instalamos nosotros y proseguimos. Paseíllo por la M que se encuentra reequipada de escaleras nuevas (se rompió un escalón a la salida) y a las 15:30 salida por la puerta grande de la Cuevona. Cigarrito para los que pudieron y comentarios de la jugada. Tuvimos que esperar a un grupo de 2 espeleos que para que veáis lo que son las cosas y que pequeño es el mundo (al menos el subterráneo), uno de ellos era Don Topo, osea Antonio. A este chaval lo conocí a través de Internet mirando documentación de la travesía Narizón-Palomas en Castro Urdiales y amablemente me dio la topo y se ofreció a acompañarnos en caso de no contactar con una persona que teníamos previsto nos enseñara la boca. Este mundo es un pañuelo y pudimos conocernos personalmente, aunque yo empanao total le confundí con alguien del grupo de Colindres que nos presento el Kiski. Bueno ha sido un placer. Esperamos un poco a que ellos pasaran la cascada  y equipamos disfrutando de la bajada del rappel más llamativo. En este caso usamos también mucha cuerda 50+40 que yo creo que con una de 50 en doble sobra. Avanzamos al siguiente rappel de cascada lateral  y terminamos cruzando el río por la tirolina que hay ahora instalada. Cambio de ropa, café en Vegacervera y vuelta a Madrid en dos grupos. A la vuelta reseñar la espectacular tormenta en Benavente  que nos obligo a parar y luego otra ves en Rueda. Un muy agradable fin de semana, compartido con unos colegas de lujo.

miércoles, 3 de julio de 2013

Travesía Cueva del Narizón Torca de las Palomas

Este largo fin de semana del 28 de junio al 1 de julio, hemos realizado nuestra primera salida cuevera al norte, al paraíso de la espeleo. En este caso nos hemos desplazado hacia la zona de Castro-Urdiales a visitar las cuevas de la zona. El equipo lo componemos,inicialmente, Mar, Pascual, Felix, Juan, Lucas y yo y por la noche se nos incorporan Ana y José Luis. Como llegamos a comer, ventajas de no trabajar, nos encontramos con quien va a ser durante estos días nuestro guía en la zona, el "quisqui". Aprovecho para agradecerle infinito el tiempo y paciencia dedicados a todos nosotros, así como la disposición de todos sus amigos y compañeros del club que nos han acompañado. Para aprovechar la tarde, y dado que ya nos encontrábamos alojados en Samano (Castro Urdiales), nos lleva a ver la cueva de la Cubilla que se encuentra cerca. Quedamos impresionados de la espectacular boca de entrada, donde Félix y Alfredo se dedican a realizar un montón de fotos, intentando captar lo que parece imposible. Visitamos las primeras salas del ramal derecho que comunica con la cueva del Jabalí, por donde algunos de nosotros, progresamos hacia arriba hacia las galerías superiores concrecionadas, hasta encontrar a la izquierda un paso soplador y por donde recorrimos una galería amplia ascendente durante unos cientos de metros. Este paso es el que comunica con la cueva del Jabalí. Como tampoco era plan ponernos a explorar la zona, bajamos y nos reencontramos con el resto del grupo, desplazándonos todos hacia el ramal izquierdo, mucho mas impresionante y voluminoso, por donde discurre el cauce, ahora seco. La sala es enorme y no hacemos mas que dar una vuelta ya que no tenemos mucho mas tiempo. Realizadas las pertinentes fotos nos retiramos a descansar. Por la noche cenamos todos juntos en Castro, retirándonos para estar frescos el sábado y poder realizar la travesía.

A las 9 quedamos en el bar Elosegui, en Samano, con Quisqui, que esta vez viene acompañado de José Luis, Manuel y Chema, que nos acompañaran en la travesía y con su hijo y otro compañero que junto con el serán, los encargados de instalarnos la salida, la Torca de las Palomas. Dejamos los coches en el Polígono Industrial del Vallegón e iniciamos la ascensión a la peña que se encuentra enfrente hasta llegar a la roca que da nombre a cueva, el Narizón, que parece una pequeña estatua de Pascua y que se encuentra a media altura aprox.  La entrada es de reducidas dimensiones y lo hace en una rampa en la que hay que utilizar una cuerda ya instalada al efecto. Una vez descendidos los primeros metros la galería ya nos muestra formaciones fósiles en perfecto estado de conservación. Yo normalmente soy una persona que suelo recordar con bastante lujo de detalles las visitas que hago, pero en esta ocasión y salvando los dos pozos que hay que bajar, el de la esperanza´p25  y el de la conexión p13, al igual que la pre-sala de la joyería y la sala de la joyería, donde pudimos deleitarnos con una joya de verdad en excentricas cristalinas que no había visto en la vida. Por lo demás no recuerdo nada mas que gateras y gateras, unas de macarrones, otras sin ellos, pero siempre gateras. Menos mal que íbamos acompañados por un equipo de lujo, donde Chema, tenía claro que agujero utilizar en cada caso, ya que al menos en 3 ó 4 ocasiones, el paso es verdaderamente complicado.Un paso difícil es el del macho cabrío que lo realizamos con los pies por delante y dejándonos resbalar el metro y pico que tiene. En el último pozo, la conexión se encuentra según se baja y mirando al frente por una gatera de la izquierda, sin llegar a descender del todo el meandro desfondado. La zona de Palomas no tiene mucha dificultad ya que discurre de forma bastante recta atravesando el río y subiendo una pequeña gatera que el rió discurre por pasos laminados. La salida se realiza por un pozo rampa embarrado de 40 m en el que prácticamente no se utiliza el pedal. Desinstalamos nosotros y a cambiarnos a los coches. 5 horas de travesía con fotos incluidas Se estaba desarrollando por las pistas del polígono una prueba infantil de ciclismo por las fiestas de Castro, donde llamamos bastante la atención. Nuevamente agradecer a Quisqui y todos los compañeros la acogida y atenciones prestadas. Desde aquí un fuerte abrazo